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Ian Cook: Pinta coches utilizando coches como pinceles
"Ian Cook es británico, tiene 29 años y retrata todoterrenos con pintura acrílica sobre enormes lienzos. Ah, una cosa más: en lugar de pinceles, utiliza coches teledirigidos. ¿Te animas a conocerle?
Un Range Rover Sport patina sobre una superficie embarrada. Avanza lentamente mientras sus ruedas traseras escupen pegotes de lodo azul marino. ¿Azul? Sí, bueno; en realidad el lodo es una densa capa de pintura acrílica que forma parte del cielo de un inmenso lienzo en el cual el Range Rover de radiocontrol (R/C) hace las funciones de un tosco pincel. Arrodillado sobre una superficie aún sin pintar del lienzo, Ian teledirige el todoterreno con cara de total concentración mientras las ruedas del pequeño Range extienden la pintura dejando una textura que ningún pincel podría conseguir.
Ian Cook tiene 29 años y da vida a sus lienzos con motivos del mundo del motor y del todoterreno usando coches de radiocontrol, ruedas de juguete e incluso neumáticos reales.
"Soy un enamorado de los automóviles. No sé arreglarlos, no sé manipular su estructura, pero me gustan sus formas y, como artista, me resulta fácil crear algo sobre aquello que me gusta o que me apasiona de alguna manera, simplemente porque me divierte hacerlo" –comenta Ian durante el transcurso de la Land Rover in Action Exhibition, un compendio de eventos, conferencias y exposiciones con las que la firma británica da publicidad a sus acciones solidarias. Para este acto en concreto, Ian ha recibido el encargo de crear varios lienzos que serán subastados en beneficio de entidades como Cruz Roja, Born Free Foundation o Earthwatch.
Muchos artistas son reacios a aceptar que sus creaciones están condicionadas por patrocinadores o mecenas en la errónea creencia de que el arte puro debe carecer de influencias externas, olvidando que casi todas de las obras maestras de la historia del arte –La creación de Adán, de Miguel Ángel, La rendición de Breda, de Velázquez, o Los fusilamientos del tres de mayo, de Goya, por poner unos pocos ejemplos– fueron realizadas a petición de algún cliente, ya fuera papa, emperador, rey, noble, gobernador o simplemente burgués acaudalado. "Sí, yo creo obras de arte únicas por encargo. A lo largo de los cuatro últimos años he pintado en estudio, en actos corporativos, privados o en eventos públicos. Esto incluye crear obras directamente para un buen número de fabricantes de automóviles, proveedores asociados a esta industria, así como para relaciones públicas y empresas de representación" –reconoce Ian, quien es consciente de que, además de sus obras, él también vende el espectáculo que supone pintarlas en vivo.
Reebok, por ejemplo, le encargó en 2008 un retrato de Lewis Hamilton –embajador global de la firma de ropa deportiva– de ocho metros de anchura y 12 de altura, que se exhibió frente al emblemático Tower Bridge, en Londres. Pero el proceso de creación acaparó tanta repercusión como el retrato en sí, ya que los responsables de la marca habilitaron un local en la céntrica Regent Street –a escasos metros de Picadilli Circus, una de las plazas más comerciales del planeta–, que se convirtió en el estudio de Ian durante la semana que duró la creación de la obra. Los transeúntes que pasaban por el lugar y cualquier persona que quisiera podían entrar en el local y observar cómo este joven artista "jugaba" con sus coches de R/C "chapoteando" sobre pegotes de pintura.
Aunque para cualquier mortal con unas mínimas inquietudes culturales el trabajo de Ian es digno de admiración o, cuanto menos, de respeto, no faltan los detractores que piensan que su técnica no es sino una excentricidad. "Me he entrenado mucho para desarrollar esta técnica" –aclara Ian– "y tengo una licenciatura en Bellas Artes. Me regalaron un coche de R/C unas navidades y me dijeron que lo mantuviera lejos de la pintura y lejos de mi estudio... Y así empezó el proceso de pintar con coches teledirigidos; primero con trabajos experimentales y más tarde con imágenes figurativas. De hecho, no sería capaz de crear el estilo de trabajo artístico que realizo sin usar los coches de radiocontrol. Tener el movimiento, tener las salpicaduras de pintura es una parte muy muy importante del proceso."
Otro aspecto que nos llama la atención es lo prolífico de su obra. "A lo largo del año generalmente creo entre 75 y 100 obras. La cantidad depende de a cuántos eventos acuda a pintar" –aclara Ian, quien, cuando no pinta "en vivo" en algún evento, salón del automóvil o circuito de velocidad, elabora sus obras en un estudio decorado con piezas de carrocería de vehículos del Campeonato Británico de Turismos. Su estudio, por cierto, se encuentra en el Heritage Motor Center, en Gaydon (Reino Unido), rodeado de clásicos de Jaguar y, cómo no, Land Rover.
"Es fabuloso bajar las escaleras del estudio, dar una vuelta alrededor del museo y estar rodeado de algunos de los coches que voy a retratar en el futuro. De hecho, uno de los primeros automóviles que retraté fue el primer Land Rover de pre-producción, con matrícula HUE 166. Para un artista de Solihull –donde nació Land Rover–, como yo, se trata de una marca con la que tengo un vínculo natural."
Por si a alguien le queda duda de la pasión de Ian por los automóviles en general y por los todoterrenos en particular, debes saber que su disertación de graduación en la universidad versó "sobre cómo la marca Land Rover, retratada en el cine, definía los roles de los personajes que aparecían en las películas, como, por ejemplo... Lara Croft"."
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