El Valle de Àger, situado en el Pre-Pirineo de Lleida, está orientado en sentido E -> O a diferencia de todos los valles pirenaicos que, por la orografía montañosa de la cordillera, lo están en sentido N -> S.
El Valle de Àger (La Vall d'Àger) se encuentra delimitado por las sierras de Millà y Monclús, por el S. y por la Sierra del Montsec, por el N. y por dos desfiladeros a E. y O. (el de Terradets, al E. y el de Mont-rebei, al O.)
En palabras del escritor Josep Pla (1897-1981) : "El Valle de Àger es un paraíso lejano, remoto, que esconde una paz divina ..."
Su historia se remonta al neolítico y cuenta con el testimonio arqueológico de la época romana y actualmente, debido a la enorme despoblación de las zonas rurales, los pueblos que la constituyen cuentan únicamente con apenas unos pocos habitantes que los mantienen en pie.
Nosotros, el sábado recorrimos cuatro de ellos : Àger (que es el núcleo principal y el que da nombre al valle) Corçà, Agulló y Fontdepou, con 517, 23, 45 y 16 habitantes respectivamente en la actualidad y dejamos para una posterior ocasión el resto de ellos ...
Unos 7 km . antes de llegar pasamos por el "Mirador de la Vall d'Àger", desde el que podemos ver la parte oriental del valle y Àger, su principal población, a nuestros pies
Àger es una pequeña población encaramada en un montículo, con calles empedradas y escalonadas y túneles que permiten el paso bajo sus casas ...
En la parte alta aún quedan restos muy bien conservados de su muralla, construida en la primera mitad del siglo-XI
Y como vértice culminante del pueblo se encuentra la "Col•legiata de Sant Pere". Su edificación data del año 1048.
Tras la conquista de la localidad a los sarracenos (musulmanes) en el año 1030, se construyó el castillo que debería servir de protección y defensa a la población. En pocos años fue reconquistado por los sarracenos y vuelto a conquistar definitivamente por los cristianos en el año 1048, año en que fue edificada la colegiata, de la que hoy aún podemos ver sus restos ...
De Àger nos dirigimos a Corçà y en el camino pasamos por una diminuta ermita (la ermita de Santa Elena) y a través de una pequeña rendija de la puerta, puedo encajar el objetivo del celular (ya que con la cámara es imposible) y fotografiar su interior ...
Corçà se encuentra igualmente encaramada y abrazando un montículo rocoso. Antiguamente se construían las poblaciones en los altos con dos principales cometidos : gozaban de un mayor dominio visual del entorno para mejor control de los posibles ataques de sus enemigos y, a su vez, disponían de las zonas llanas y fértiles de los valles para la agricultura y pasto de los animales.
De ahí vamos a Fontdepou y comemos en "Ca la Mercè", un pequeño restaurante familiar del lugar
Por la tarde nos acercamos al pantano de Canyelles, en el extremo occidental de nuestra ruta
y a la ermita de "La Pertusa", encaramada en un risco, sobre él
Finalmente, acabamos la jornada en Agulló (y para que no digas que quito la gente de mis fotos, Luís, acá pongo parte de los seres vivos de este pueblo ...)
Deseo que os haya gustado y hayáis pasado un buen rato leyendo y viendo el post ...
Un abrazo.
