Sucede que, hoy por hoy, el que transfiere, y de a poco ya que hay un límite por transferencia, el equivalente en pesos de por ej. solo U$S 10000 (o sea aprox. 1.500.000 probablemente el banco y la Afip le pidan hasta el grupo sanguíneo, de lo contrario probablemente le meta las esposas el banco y la Afip, amén de que no tiene recibos en el acto ni entrega de la documentación, etc. o sea casi imposible en la práctica, de ahí lo de los cajones de pesos que casi nadie tiene. Un caso típico hoy, es en las escrituras, donde para pagar impuestos de sellos, ganancias, etc. hay sí que ir con una bolsa de pesos (previa venta de dólares en el mercado libre) y el escribano ya cuenta con una máquina cuenta-billetes de $. Argentina de hoy que le dicen...