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Land Rover Freelander 2
Probamos en Marruecos la segunda generación del 4x4 compacto de origen británico
ESSAOUIRA, Marruecos.- Los contrastantes paisajes del noroeste de Africa fueron los elegidos por Land Rover para el lanzamiento mundial del Freelander 2.
El 4x4 compacto de la casa británica se renueva totalmente después de casi diez años (fue presentado en 1997). Las expectativas que este producto despierta no son pocas, más si se tiene en cuenta que entre 1997 y 2002 fue el más vendido de Europa en su segmento.
Nacido como el cuarto 4x4 de la marca (se sumó al Defender, el Discovery y el Range Rover), surge para hacer frente a la creciente amenaza de los productos asiáticos, cada vez mejores en calidad, diseño y precio.
En febrero último, en una visita a la fábrica de Solihull, en Inglaterra, dialogamos con el máximo responsable de diseño de Land Rover, Geoff Upex, que nos dijo: "El Freelander sorprenderá". Efectivamente, el diseño del nuevo modelo tiene inspiración en los otros productos de la marca. Ahora, unos meses después, en los desafiantes caminos de Marruecos, probamos las condiciones dinámicas de este modelo, que llegará a la Argentina el año próximo.
Lujo y tecnología
Su diseño, como dijimos, lo acerca mucho más a los 4x4 mayores de Land Rover. De líneas limpias, sus diseñadores aseguran que cada elemento responde a una función específica. Pero si el aspecto exterior impacta, la verdadera sorpresa está en el interior.
Es más lujoso, espacioso, y está mejor equipado que el Freelander anterior. Incorpora tantos sistemas de última tecnología que, sin duda, se constituirá en el nuevo referente de los 4x4 compactos de lujo.
La posición de manejo es muy cómoda y los comandos están bien ubicados. Por ser un vehículo concebido para circular tanto en asfalto como fuera de él, la visibilidad es un punto clave. Es excelente en todas las direcciones. Esta posibilidad de tener un amplio campo visual es especialmente apreciada en la conducción de los todoterreno.
Conducimos las dos versiones: la naftera 3.2 litros de 6 cilindros (233 CV) con caja automática de 6 velocidades y la diesel 2.2 litros de 4 cilindros (160 CV) con caja manual, también con sexta.
Ambos motores son más potentes que los anteriores y tienen un consumo más eficiente. Promedio de 11,2 litros/100 km en el naftero, y de 7,5 en el gasolero, cifras que con un tanque de 70 litros (68 el diesel) le otorgan mucha autonomía.
Probamos ambas mecánicas en asfalto, arena, ripio y piedras. Todas las versiones están equipadas con el sistema Terrain Response . Basta girar el comando para seleccionar el tipo de terreno sobre el que se va a transitar. El Freelander ofrece cuatro modos: asfalto; pasto, ripio y nieve; barro y surcos, y arena. Según el modo elegido, automáticamente configura los controles electrónicos (estabilidad, tracción, ABS y descenso) y mecánicos para asegurar siempre la mejor tracción posible.
Tiene sistema 4x4 inteligente; en condiciones normales, envía la potencia sólo adelante, y el tren trasero se acopla cuando la computadora detecta pérdida de adherencia. Después de recorrer decenas de kilómetros en variadas superficies, la versión naftera mostró la conveniencia de la caja automática (junto al Terrain Response facilita mucho el manejo off-road) y la desventaja de un torque menor (32 kgm/3200 rpm); el diesel, en tanto, exige más pericia en terrenos complicados, pero tiene a su favor un torque mayor a menos revoluciones (40,8 kgm/2000 rpm).
Dos de las novedades del Freelander 2 son el Control de Estabilidad en Giro, que disminuye el riesgo de vuelco, y el Control de Liberación de Frenos en Pendientes. Este sistema se suma al Control de Descenso de Pendiente (no tiene baja), adaptando la velocidad de descenso al tipo de superficie.
En asfalto se mostró muy ágil, casi como una berlina. Tiene muy buenas cifras de aceleración y velocidad final: menos de 9 segundos de 0 a 100 y 200 km/h el naftero, y 11,7 y 180 el diesel. Ofrece todo lo que se espera de un modelo de lujo: airbags, climatizador, audio de alta calidad con conexión para iPod, cuero, faros de bixenón y múltiples configuraciones del interior.
El Freelander 2 es un nuevo referente entre los 4x4 compactos. Conjuga tecnología de última generación con diseño atractivo y excelentes prestaciones. Es, sin duda, un Land Rover con todas las letras.
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