De repente no es noticia que los aduaneros de Argentina son ladrones, pero para el turista que llega de afuera y encuentra las estafas que hacen para pedir coima (mordida o lo que lo quieres llamar) no incentiva turismo ni comercio.
Llegue el martes 27 de enero a Pocitas, desde Bolivia, en transito a Tarija, Bolivia por el norte de Argentina. Después de 4 horas de discutir papeles y poderes, en temperaturas cercanas a los 40 grados, me dijeron que tenia que vaciar el auto para revisar el equipaje adentro y el auto afuera. Mi sobrino fue con los cargadores para acompañar el equipaje y me quedé con el auto para su inspección. Cuando salieron del edificio de aduana, cargamos el auto de nuevo y ofrecí 40 bolivianos a los cargadores (independientes) por su trabajo. Apareció un aduanero y me dijo que guarde mis bolivianos, que solamente se recibe pesos y $US. Saque un billete de $20 US (el menor que tenía). Me dijo que baje mi billetera debajo de la puerta para no aparecer en las cámaras y que tenía que pagar $100 US o 300 pesos Argentinos por sus servicios. Me dijo habían pasado las cosas al lado de la maquina de inspección para que no vean lo que tenían, y por eso yo tenía que pagar.
Le dije que no hay nada ilegal y que no pedí que hagan eso. Que si quieren pasarlo por la maquina, que lo pasen. Me dijo que así se hace, y que tengo que pagar los $100. Le discutí hasta el punto que tenia docenas de personas interesadas en el problema, ofreciéndole $20 más para acabar con el problema.
Me dijo que no podía aceptar eso porque tenía que entregar $60 US a su jefe, y si yo no le daba, él tenia que pagarlo. Finalmente le tiré otro billete de $20 US y subí al auto, con el oficial gritando que así no quedaba nada para el. Me fui. Si es que las cámaras realmente estaban grabando todo, pueden verlo porque le entregue en plena vista de las cámaras y los testigos que quedaron impresionados y le decían las cosas que yo quería decirle.
Si no fuera por la perdida de 4 horas, el largo viaje que me quedaba, y las docenas de personas que habían llegado, retiraba toda la plata y hacia un escándalo. Pero al fin, mi tiempo vale algo.
Si esto es lo que se espera el gobierno Argentino de sus oficiales, así será y haremos menos turismo por Argentina. Si el gobierno se preocupa, que se limpia todo y bote todos los corruptos, desde abajo hasta arriba.
De todas maneras, el público debería estar en alerta y no permitir que pasen nada por el costado ni que le hagan ningún favor. Esos “favores” cuestan caro.