Apreciados Amigos:
Ante que nada quiero dar las gracias por haberme permitido participar de este foro, al cual he ingresado muchas veces en calidad de visitante, ante de tomar decisiones sobre temas relacionados con Land Rover.
Soy de Asunción – Paraguay, y propietario de una Range Rover Classic, modelo Vogue, año 1995, con motor 300 TDI, automática. La camioneta era propiedad de un diplomático argentino, que al término de su misión la puso en venta por más de 2 años, de lugar en lugar, y yo atrás ofertando y contra ofertando, hasta que finalmente me la vendieron.
En principio pensé hacerle un “overall” conforme a la norma RR, para cuyo efecto contraté los servicios de un profesional, radicado en el Paraguay, proveniente de Alemania, lugar donde trabajo con la marca LR por muchos años.
Luego de exhaustivas evaluaciones y revisiones, teniendo en mi poder una “histórica” y “clásica” máquina, cuya concesión y origen se debió a un estilo de vida y visión de futuro, y no al éxito fortuito de un fabricador de cortadoras de césped que luego devino en fabricante de autos. Estaba ante una disyuntiva, o dejaba tal como esta o la revivía en serio. La decisión fue ¡Todo a cero hora!, con la primeras determinaciones ¡Fuera motor! ¡Fuera caja! ¡Fuera transmisión, ejes, etc. etc.!
Ahí comenzó todo, con el motor se procedió a destaparlo y reemplazar toda pieza que tan solo pudiera crear a futuro alguna suerte el “molestia” por así decirlo. Toda y cada una de las piezas y autopartes son del origen y marca que indica la norma Range Rover, nada de otro origen. Pero debo reconocer que no estaba conforme, algo faltaba, y formule una pregunta: ¿El motor se puede pintar? Y tuvieron que decirme que si. Para que, la siguiente orden no se hizo esperar ¡Pintar el motor! A una Range Rover, si a una Range Rover.
Pero denme algo de crédito antes de definirme como un “profanador de tradiciones” Aunque lo más difícil no ha sido la decisión de pintar, sino ¿de que color pintar?. Las primeras opciones fueron del color natural, con o sin brillo, que plateada, no mejor gris, y otros y otros. Hasta que luego de dar muchas vueltas, afloró mi sangre italiana, donde también fluye el “renacentismo” y bajo ese influjo trasgresor decidí que el color sería ¡Amarillo! Oyeron bien ¡Amarillo! (me imagino lo que deben estar pensado de mi)
Ahora bien, ser un “contestatario” en algunas cosas no me transforma en un verdadero profano, por fuera no perderá su “Espíritu British” quedará tal cual fue concebida, ni más ni menos.
Respetados miembros de este foro, quien sino ustedes para juzgar lo que estoy haciendo, quien si no ustedes para me darán una acabada opinión sobre este particular, motivo por el cual quiero que me permitan abusar de vuestra gentileza observando las fotos (espero que puedan verlas) del antes y después del este mítico motor 300 TDI.
Agradezco nuevamente el haberme permitido compartir con ustedes esta pasión, por “La Marca”
Juan Carlos Bordin